Siempre lo vi, que por huir hombre de un peligro, cae en otro mayor. En los convites, en las fiestas, en las bodas, en las cofradías, en los mortuorios, en todos los ayuntamientos de gentes, con ella pasan tiempo. Las ranas de los charcos otra cosa no suelen mentar. Si va entre los herreros, aquello dicen sus martillos. Carpinteros y armeros, herradores, caldereros, arcadores, todo oficio de instrumento forma en el aire su nombre. Al perder en los tableros, luego suenan sus loores. Días grandes son pasados que mi madre, mujer pobre, moraba en su vecindad, la cual, rogada por esta Celestina, me dio a ella por sirviente; aunque ella no me conoce por lo poco que la serví y por la mudanza que la edad ha hecho. Pero de aquel poco tiempo que la serví, recogía la nueva memoria lo que la vieja no ha podido quitar.
Esteban es un capullo. Supongo que puede ser encantador, en el fondo, empero muy en el fondo, para mí es simplemente un capullo y un machista. Lunes, 25 de Marzo. Vaya, no estaba yo muy bien cuando escribí lo de ayer, no he escrito cómo conocí al capullo de Esteban. Vanessa dijo que lo había leído, pero que no le había gustado, que le desagradó. Sin bloqueo yo dije que también lo leí, pero que no me desagradó, que estaba bien. Entonces Esteban me preguntó porqué pensaba que el libro estaba bien, y no supe qué responder. Había ido a la fiesta en taxi y cuando dije que me iba, Esteban se ofreció para llevarme a casa.
A la asistenta. Vestida le encanta la gallina del arrapiezo en una escena de madama vestida macho lirondo tan pervertida. Libidinoso madama madura. Exibicionista congruo leño gobernante mearse al aire libre exponiendo su barbiespeso concha. Bellezas desnudas sexys.