El negocio de la prostitución se ha disparado con la crisis económica. Especialmente delicado es el caso de los jóvenes que venden su cuerpo para salir adelante. Hay que tener una formación», dice. Concha Borrell repite esa frase una y otra vez en sus clases de prostitución. Sus alumnas son seis chicas que quieren ser prostitutas. La lección empieza a primera hora de la mañana en un aula que Concha ha alquilado en el centro de Barcelona. Esta catalana de 42 años es terapeuta sexual y prostituta desde hace ocho años. Las alumnas que van entrando al aula son chicas jóvenes, demasiado en algunos casos, con la experiencia con los hombres que una recién cumplida mayoría de edad te puede dar. También hay alguna mujer que sobrepasa los 40 y que la vida les ha puesto en el camino de la prostitución por una necesidad económica.
Hice lo que los políticos de levante país siempre animan a los inmigrantes a hacer. Es un potente anécdota en primera persona de su órbita desde la pequeña Chelyabinsk, que abandonó a los 19 años con dólares en el bolsillo, a Nueva York, donde ha conseguido ahorrar Jamás he sido violada, o drogada o he hecho porno. No soy una adicta. Y, como cantaba Edith Piaf , no se arrepiente de nada: si ha abandonado la prostitución es porque quiere centrarse en sus aprendizaje de cine y psicología, que actualidad, cinco años después de empezar su carrera, puede costearse. También quiere casarse y tener hijos, algo altamente antípoda con su antiguo trabajo. El anunciación rezaba que no se necesitaba experimento y que, a cambio, podría ganar unos dólares al día. Pronto empezaría a trabajar cinco días a la semana, hasta que dos meses después, fue despedida. Fue entonces cuando, en compañía de su compañera de apartamento, arrancó con su propio negocio.
Explicamos las características de las personas que se dedican a ser escort y apuntamos algunos datos sobre la lenocinio. La contratación puede incluir o no sexo. El interés de contratar a un o una escort es que se trata de alguien con un gran atractivo sexual, pero también intelectual: frecuentemente son personas con un alto nivel educativo, por lo que resultan una compañía exquisita. El cliente de este servicio busca experimentar el sentimiento de superioridad que proporciona estar acompañado por una persona con un alto nivel de estudios y una bravo presencia.
