Trucos Ada Funes Las despedidas de soltera tienen un amplio abanico de posibilidades, y todo depende de los gustos personales de la persona protagonista. En conclusión, el abanico de posibilidades es inmenso y ponerse a organizar una despedida de soltera puede dar mucho trabajo. La importancia de una buena organización Si para organizar una despedida de soltera hemos pensado que va a ser solo de chicas, lo primero que tendremos que hacer es elaborar una lista previa de las amigas de la novia que van a asistir a la despedida. También debemos decidir, entre todas, si vamos a ir vestidas de alguna manera en especial. Recuerda: hace falta bastante antelación. Las cosas han cambiado mucho, y hoy en día, aunque el factor sorpresa existe porque la novia no sabe lo que le espera, sí sería conveniente avisarla de que se reserve un día o un fin de semana. En una despedida de soltera no pueden faltar los juegos, sobre todo si nos vamos de copas, donde podemos acabar la noche muy perjudicadas, aunque es lo normal, y ya tendremos tiempo para recuperarnos de una noche que, ante todo, debe resultar memorable. La primera en hacerlo debe beber un chupito.
Habíamos hablado mucho sobre ser padres. Al cabo de 11 años, nuestra relación empezó a flaquear, nos dimos un tiempo y mi instinto maternal se despertó estrepitosamente. Volvimos a intentarlo, hablamos mucho del tema. Ambos queríamos y parecía el momento, pero también éramos conscientes de que la relación no acababa de funcionar. Siempre pensé que él sería el padre de mis hijos, pero con 29 años nos separamos. Los primeros meses lo pasé mal, necesité vivir mi duelo y recuperarme y cuando empecé a estar mejor no quise precipitarme. Había acabado una relación muy larga; tal tiempo, pensé, mi pareja ideal estaba por llegar.
Sucedió así. Antes de que pudiera darse cuenta, sus ahorros habían desaparecido. Semejante vez ni siquiera exista. Mira mi perfil. Ella lo había contactado a él, no al revés. El boda había sido complicado; él era violento. Después del funeral, un terapeuta del duelo le aconsejó no hacer cambios bruscos en su vida por, al menos, un año, y ella le hizo caso.