Estrategias de afrontamiento y apoyo Controlar la ira. Lidiar bien con la ira es un comportamiento aprendido. Practica las técnicas que aprendes en terapia para que puedas reconocer qué desencadena tus arrebatos y cómo reaccionar de maneras que funcionen a tu favor y no en tu contra. Desarrollar un plan. Trabaja con el médico o profesional de la salud mental para desarrollar un plan de acción para cuando te sientas enojado. Por ejemplo, si crees que podrías perder el control, intenta alejarte de esa situación. Sal a caminar o llama a un amigo de confianza para intentar calmarte. Mejorar el cuidado personal. Dormir bien por la noche, hacer ejercicio y practicar el control general del estrés cada día puede ayudar a mejorar la tolerancia a la frustración.
Daños materiales Amenazas o agresiones a personas o a animales Es posible que tengas una sensación de alivio y cansancio después del episodio. Causas El trastorno explosivo intermitente puede comenzar en la infancia, después de los 6 años o durante la adolescencia. Se desconoce la causa exacta del trastorno, pero probablemente se deba a una serie de factores ambientales y biológicos. La mayoría de las personas con este trastorno crecieron en familias adonde el comportamiento explosivo y el abuso verbal y físico eran comunes. Estar expuesto a este tipo de acidez a una edad temprana aumenta las posibilidades de que estos niños exhiban los mismos rasgos a medida que maduran. Diferencias en cómo funciona el cerebro. Es probable que existan diferencias en la estructura, la función y la química del cerebro en las personas con trastorno explosivo intermitente en comparación con las personas que no sufren el trastorno. Factores de albur Estos factores aumentan el riesgo de tener un trastorno explosivo intermitente: Historial de maltrato físico. Antecedentes de otros trastornos de salud mental.