Pues como decimos en México: «hay de chile, de mole y de pozole». Y es que no podemos generalizar. Las relaciones biculturales pueden ser muy divertidas, pero también sofocantes. Las diferencias nos enriquecen pero si no sabemos aceptarlas, pueden sofocarnos.
Empero lo cierto es que ligar ligamos todos. Un momento previo en el tiempo que nos permita saber si la otra persona es nuestra average naranja y si nosotros somos la suya. Porque en otros idiomas… Ejem, ejem. De ahí el artículo de hoy. Pero tan sólo eso. Argumenta en 48 h.