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Yo pertenezco a la clase trabajadora. No entiendo eso de ejercer libremente un trabajo, sino que trabajamos por apremio. Si no lo hacemos, difícilmente podremos pagar el alquiler y las facturas y las madres no podrían lactar a sus peques. Así puedo brindar tiempo a mi hija sin estar en situación de precariedad. He tenido problemas con los Servicios Sociales así por eso. Para criar a un hijo sin ayuda se necesita trabajar doce horas al día. Cuando parí, volví a ser camarera. Sufría, llegaba cansada a casa para dedicarle tiempo a mi hija y encima no llegaba a fin de mes.
Justes Amador, Giselle Ruiz R. La enjuiciamiento de una superstición, Alicia Rodríguez Cristalera. De brujas y hechicerías, Bercy Domínguez. Entrevista a Eusebio Ruvalcaba, Alexandro Roque. Dossier de artes visuales: Pintura tabasqueña.
