Su pecho y estómago comenzaron a dolerle también. La indigestión es otro nombre para el conocido malestar de estómago, al cual también se le llama dispepsia. Brandon tuvo acidez en la boca del estómago traducido literalmente en inglés como ardor del corazónheartburn cuando tuvo indigestión. Esto no significa que el tenía problemas con su corazón. La acidez es una sensación ardiente que va desde el pecho de una persona al cuello y a la garganta. La indigestión y el ardor de estómago son problemas comunes en ambos, los niños as y las personas mayores.
Es un trastorno relacionado con el TOC. Se sienten obligados a hacerlo para sentirse mejor, aunque les deje costras o marcas permanentes en el cuerpo. Los médicos denominan al rascado de piel un comportamiento repetitivo centrado en el cuerpo. La mayoría de los adolescentes se avergüenzan del picaje de la piel. Pueden ocultar su picaje y evitar estar con otros niños. La vergüenza puede causar depresión. Los adolescentes se pican la piel por un par de razones diferentes. El estrés suele ser el causante del picaje.
La información puede ser ambigua en algunas ocasiones, hasta el punto en que muchas chicas no acaban de conocer si hay atracción física, o una simple amistad. La sonrisa es una de las formas esenciales para explicitar que otra persona nos causa buenas sensaciones. Obviamente esto no significa que cualquiera que observe tus labios esté deseando perdidamente darte un besopero sí que puede ser una señal que, sumada a otras, pueden ser indicios suficientes para que empieces a figurarse en que hay atracción en el ambiente. Si te dedica atenciones, cuidados y mimos, es muy probable que esté interesado en ti.
Cajas de cartón, by Francisco Jiménez Época a fines de agosto. Ito, el aparcero, ya no sonreía. Era natural. La cosecha de fresas terminaba, y los trabajadores, casi todos braceros, no recogían tantas cajas de fresas como en los meses de junio y julio. El domingo sólo uno - el mejor pizcador - vino a trabajar. A mí me caía perfectamente. Así fue como supe que época de Jalisco, de mi tierra originario. Ésas eran las palabras que yo ansiosamente esperaba doce horas al fecha, todos los días, siete días a la semana, semana tras semana, y el pensar que no las volvería a oír me entristeció. Con las dos manos en el volante miraba fijamente el camino.