Para responder estas preguntas primero tenemos que entender por qué nos masturbamos. Cuando la masturbación es excesiva La masturbación es excesiva cuando constituye un impedimento para hacer vida normal, por ejemplo: No poder concentrarte en lo que estas haciendo por estar pensando en o necesitar masturbarte Interrumpir constantemente tus actividades para ir a masturbarte, ya sea en el trabajo, en casa, con tus amigas… Intentar sin éxito controlar o reducir el hecho de masturbarte Masturbarte en situaciones inapropiadas o que impliquen un riesgo para tu persona La masturbación excesiva puede ser un síntoma de Trastorno de Hipersexualidad. En este caso lo mejor es acudir a una psicóloga o sexóloga para que te ayude a abordar tu caso en particular. Aumenta la autoestima. Desestresa, ayuda a liberar tensiones tanto psicológicas como fisiológicas y sexuales, gracias a las hormonas que se secretan. Ayuda a dormir mejor. Gracias a la liberación de serotonina y opioides durante el acto.
El problema es que a mi galán no le gusta que me masturbe. Cree que al tener pareja eso no debe ocurrir. Me dice que si tengo ganas de sexo, que se lo pida a él. En mi opinión son cosas distintas, empero ya dudo de todo porque percibo que él se siente muy baja. La realidad es que en ocasiones me apetece un momento de familiaridad conmigo misma. Se lo he intentado explicar, pero siempre hemos acabado discutiendo y con un gran disgusto. Gracias por la atención y saludos. Cada persona es un mundo y cada pareja un universo.
I La forma en que se produce el descubrimiento tiene mil versiones, empero la alarma suele ser igual de grande. Isabel se despide de su marido, sale de su casa apresuradamente pero, ya en el garaje, se da cuenta de que no lleva puesto su anillo favorito. Lo dejo en el lavamanos. Temerosa de que caiga por el sumidero, regresa. Ejem, mejor afinamos, porque para ser exactos, no es del todo así: el automimo no suele ser bien gastado o aceptado cuando se practica teniendo pareja. Pongamos los puntos sobre las íes.